Según la definición oficial, el voluntariado es “una actividad de servicio no remunerada y elegida voluntariamente que se ejerce en general en el seno de una asociación, de un sindicato o de una estructura pública, o incluso privada con vocación social”.
¿Lo sabías? El voluntariado no existe, aunque oficialmente yo actúe en este tipo de estructura.
A mi modo de ver, la persona que da sin recibir nada ¡solo puede volverse agria y frustrada! Al menos, es mi conclusión personal. Aunque yo no tenga expectativas cuando me encuentro frente a seres al final de sus vidas, lo que doy me vuelve aumentado. Recibo pues mucho, enormemente, y puedo asegurarte que estoy muy bien “pagado”. Entenderás pues que no se trate ahí de voluntariado, sino de una actividad que me enriquece (humor).
En la escuela me habían enseñado que en el universo nada se gana, ni nada se pierde. Ocurre lo mismo con todo el amor que damos. El amor incondicional que ofrecemos termina siempre por dar frutos, y SIEMPRE recogemos lo que sembramos. No, definitivamente, ¡no creo en el voluntariado! Para mí es una palabra cargada de frustración.